jueves, 25 de octubre de 2012

asuntos de infieles

- Un amigo a otro le pregunta:
Oye Pedro ¿te gustaría ver a una mujer siéndole infiel a su marido?
Sí, Juan me gustaría, tendria su morbo.
Pues bien, llega 2 horas más temprano a tu casa hoy.


- Un marinero algo ignorante que lleva años en alta mar, descubre sorprendido al volver a casa que tiene un hijo negro -
Pero cariño, como es posible que tengamos un hijo negro si yo soy blanco y tu tambien.
Veras, como no tenia leche, tuve que buscarme una ama de cria, para que amamantara al niño, y como esta era negra, pues el niño se ha vuelto asi.
El marinero, no muy convencido, decide ir a consultarselo a su madre, una vez se lo ha explicado esta con sorna le dice:
Claro que puede ser, fijate por ejemplo en ti mismo, de pequeño te di leche de vaca y mira que cuernos te estan saliendo.


- Un hombre va a su casa a deshora y ve a su mujer semidesnuda,
asi que comienza a buscar un amante por todos los lados:
debajo de la cama, en el armario, etc.
Se queda un poco mosca, pero como no ve nada anormal por fin se mete en la cama.
En la madrugada le dan ganas de mear, coge el orinal, lo usa, y tira el contenido por la ventana; desde debajo alguien grita "Ahhhhhh!", y el marido se dice:
"Mierda, el amante estaba escondido en el orinal!"

miércoles, 10 de octubre de 2012

chistes de atracos y ladrones

- Dos ladrones iban a asaltar un banco de máxima seguridad.
Tenían que hacer un túnel para poder entrar y deciden entrar por el conducto del aire acondicionado.
Uno dice: Yo entro primero.
Entonces, entra y se resbala, un policía oye el ruido y pregunta:
¿Quién esta ahí?
Y responde: ¡Miiiaaauuuuu!  Y sigue su camino.
Va el segundo y se resbala, el policía oye el ruido y pregunta:
¿Quién está ahí?
Y responde nervioso: ¡Otro gato, otro gato!


- ¿Por qué estás preso?
¡Me cogieron en un atraco a un banco!
Por que mi complice le hizo caso a un cartelito
¿Y Qué decía el cartel?
Cuente el dinero antes de retirarse de la ventanilla.


- Se mete un ladrón en un campo,
entra al gallinero y se lleva una gallina debajo del brazo.
En eso sale el dueño del campo y le grita: ¡Eh ladrón! ¿Adónde va con esa gallina? Y el ladrón, mira a la gallina y dice: ¡Fuera gallina, fuera, que confianzas son esas!